Una vez leí un cuento que hablaba del lenguaje universal de la música, la hija del sonido, habita en todos los instrumentos musicales, nace del movimiento, interno de los mismos instrumentos cuando el ánima humana la hace vibrar a través del golpe del tacto, el soplar del aire por mediación del impulso de los pulmones ... las notas musicales le dan sentido, el sonido armónico que emite, Vive en nosotros, en cada sentimiento, deseo y se manifiesta en todas y cada de las formas de vida de la naturaleza, en una cascada de río, en la agitación de la rama de los árboles, arbustos,
el ondular de la olas, el bramido del viento ...... por eso la música no entiende de diferencias en la naturaleza, está en todos, y vive en todo, pero….
Hubo una vez. una Pandereta que viajó por diferentes países dë Europa en manos de los zingaros circenses que animaban los acontecimientos de los espectáculos del circo con la magia y simpatía alegre del "pim, pam, pum", que sonaba de lä alegre Pandereta todo el mundo podía hacerla vibrar y dar melodía simplemente golpeándola en su rostro con el sentir del corazón. Ella era popular entre los niños, adorada y querida, siendo siempre su sonido alegre y desenfadado, con un simple golpe crea al sonido del ritmo que producía su propia melodía.
Pero el tiempo pasó, todo cambió, Pandereta acabó en manos de una profesora de música que coleccionaba instrumentos musicales para enseñar a los niños a tocar instrumentos populares y sencillos. Pero he aquí que los niños del Colegio no apreciaban a Pandereta, la veían tan simple y ramplona que acabó en el baúl de los recuerdos del colegio: "Música del corazón”
Pandereta siempre había estado alegre, muy dada a sorprender con su risa al sonido del "pim, pam, pom", y siempre desenfadada decía a los elefantes del circo: “Vamos, a movernos con mi sonido del "pim, pam, pom" y levantar vuestras bellas patas pera que los niños os quieran y os valoren como sus animales de compañía”
Ahora ella, la Pandereta, dormía en el fastuoso baúl, podía escucharse desde las aulas de al lado su acomodado respirar: "zzzi, zzzuss, zzzas, cuando no su profundo roncar: "grrrreeee, grrrrrroo, grrrrro,
Pandereta se va a dar cuenta que ningún niño del colegio tenía ilusión para hacerla sonar, reir y cantar ... ...
Pandereta se puso triste.
Los niños del colegio "La música del corazón" salieron a tocar, los instrumentos por el pueblo, pero tenían un problema los compañeros de Pandereta: Trombón, Trompeta, Saxo, Guitarra, Flauta, Timbal, Acordeón y todos los instrumentos que tocaban los niños, estaban tristes porque encontraban a faltar a Pandereta, La animadora de canciones alegres. Exclamó timbal (hermano de pandereta): “Que niños mas pretenciosos, no querrán que sonemos al ritmo que ellos quieran, sin poder oír el bello latir de mi querida Pandereta.” Todos exclamaron: “Qué pena, que triste, no somos los mismos sin ella”, Y Timbal dijo: pues nada, nada, chicos desafinaremos a cada nota que hagan sonar, a ver si piensan por que será”
Los niños van a comenzar a tocar por el barrio con tanta ilusión que los vecinos con ganas de aplaudir a los niños que parecen tan inocentes, pusieron una cara de espanto cuando escucharon que las notas musicales sonaban tan desafinadamente, que incluso las flores de los jardines y campos del pueblo van a comenzar a entristecerse. Las nubes van a comenzar a llorar, se les escuchaba decir: “Ay, ay, que dolor de cabeza que niños mas pesados, pero que mal tocan, exclamaban.” Tormenta que pasaba por allí dijo: “Estos niños no son unos angelitos porque asustan y hacen más ruido que yo.”
Con tantos revuelo , todo el mundo se había desconcertado, y ninguno entendía porque los niños, sabiendo tocar perfectamente, no podían hacer sonar bien los instrumentos.
el viento que todo lo podía ver, escuchar y oír, viajando a través del tiempo siendo un elemento de la naturaleza que permite que podamos escuchar el sonido, transportándolo libremente por el aire, le dijo a la nube llorosa: “Eso pasa por no pensar en Pandereta, la tienen en un baúl encerrada, y apartada de sus amigos: guitarra, flauta, trompeta, su hermano Timbal y otros instrumentos musicales que están muy tristes pues los niños no saben el valor musical optimista, y entusiasta que transmite Pandereta.”
La nube responde: “¿No sé?, quizás sea eso que dices, ¿Que se puede hacer para que los instrumentos musicales no estén así de tristes y vuelva todo a ser como antes?”
El viento respondió: Eureka, Eureka, la música ha iluminado mi cabeza, ahora mismo iré a buscar a Pandereta
En un impulso huracanado el viento se presentó por la ventana de la buhardilla del colegio "Música Del Corazón", allí descansaba pandereta cerrada en ese baúl, tan serios. Pero el viento al aproximarse a la ventana y verla cerrada se enfadó de tal manera que exclamó: “Pero con este calor que hace y con la ventana cerrada tendré que entrar a la fuerza
El viento con el mal genio que se le va a poner, se convirtió en vendaval provocando con su vibración la rotura del cristal: “cris, cras, cros” de la ventana, por fin pudo entrar y con voz ronca y profunda pero cargada de sentimientos llenos de afecto exclamó: "Vamos baúl por favor abre tu bella boca y déjame ver a Pandereta dentro de tu enorme garganta.” Baúl se calló , y no hizo ni caso al viento entonces este por segunda vez y con un tono más enfadado le volvió a decir: "O abres la boca o yo seré quien te la abra.” El baúl no se movió, no hizo ni caso entonces el viento volvió soplar con tanta fuerza, que el baúl se abrió por completo, y aquí en el fondo del mismo estaba Pandereta, ni sufría ni padecía; Eso si en ese momento se asustó, se volvió y miró hacia arriba exclamado si hay luz, y bostezo, se movió, y volvió a mirar hacia arriba, y exclama con una sonrisa si es mi amigo de siempre "El viento ": “Uy, Uy ¡que cara de pocos amigo.” El viento serio y enfadado le dijo a Pandereta: "Vamos, vamos, se acabó tanto dormir, demasiadas vacaciones el mundo te necesita." Pandereta reía sin parar: "Ja, ja, ja, je, je, ji, ji, jo, Jo, si a mí no me quiere nadie, si yo ya soy feliz, pues puedo soñar siempre feliz, con mis amigos los zíngaros, los elefantes, los payaso y el circo "
El viento le dijo a Pandereta: Tu hermano tambor y el resto de tus amigos (Guitarra, saxo, flauta, trompeta, y otros) han dejado de sonar como siempre lo habían hecho porque que te necesitan, te estiman tanto porque eres el alma alegre del grupo ...., los niños están preocupados, el pueblo está triste, ya no pueden hacer fiestas y divertirse con los instrumentos y su música. Pandereta miró al viento, y con ojos tristes y dulces suelta una pequeña lágrima que cae en sus propias mejillas produciendo un sonido, suave, tierno y sensible. Su corazón después de tanto tiempo se va a dar cuenta que su hermano, sus amigos, y el viento la querían. Y así fue que Pandereta le dijo al viento: "Si, es verdad, que tonta he sido, al quedarme dormida tanto tiempo dentro del baúl, ¿que podemos hacer? El viento como siempre sensible y despierto que todo lo veía y era capaz de comprender todo lo que sucedía en su mundo. Le dijo a Pandereta: “En el banco del patio del colegio hay una niña de 8 años, que se llama Lucia es una niña que no es tan afortunada como los otros niños, para poder desarrollar sus cualidades musicales, está triste piensa que es incapaz de tocar cualquier instrumento musical, ella te necesita conocer y tú eres simple, sencilla, fácil de tocar, y sé que tú y ella podeís devolver la alegría a tus compañeros, a los niños, y a todo el pueblo…..”
Pandereta dijo: “Viento llévame rodando hacia Lucía es hora de volver a la alegría de vivir”
El viento soplo con fuerza, y Pandereta llego rodando a los pies de Lucia que estaba sentada en el banco…….al tocar sus pies Lucia escucho el sonido de Pandereta… Pandereta le hablaba a Lucia: “Eh, niña me escuchas: el pueblo está tristes, los pajaritos no cantan las flores de los jardines se marchitan, !ay¡ niña de los ojos negros, Dios quiera que me escuches……”
La niña por primera vez en mucho tiempo parecía sentirse feliz, su rostro se iluminó de ilusión y esperanza, le dijo a Pandereta: “Si Pandereta, puedo escucharte, no poder ver me agudizó el sentido de el oído (Pandereta se puso tan contenta .....), es tan bonito lo que me has dicho, y tan verdadero, que si no te importa quiero intentar hacerte sonar una canción de esperanza. “
Pandereta exclamo: “A que estás esperando amiga mía, estoy deseando que hagas latir mi corazón al ritmo del carnaval, vamos, sin miedo Lucia, es tan simple como dejar llevar tu mano sobre mi cara golpeando con suavidad, expresando tus sentimientos al sentir de tu corazón.“ Lucia cogió con suavidad a Pandereta y empezó a hacer sonar una bonita melodía dejando llevar su mano acompasada sobe Pandereta al ritmo que marcaba su alma, mente, corazón y espíritu, la niña sintió una emoción tan llena de felicidad pues supo comprender que era capaz de tocar este instrumento, con la fuerza interior de su corazón, Pandereta miró a la niña y le dijo: “Nunca me he sentido tan feliz, en manos de ninguna persona, ahora todo el mundo estará deseando que formemos parte de ellos, porque tú y yo somos tan importantes y necesarios como ellos.”
En este momento se escuchó desde lejos la bella música que emitía Pandereta al compás que marcaba Lucia, todos los niños, y profesores del Colegio "Música Del Corazón", se acercaron rápidamente, pues no podían creer que esta música alegre, bonita, profunda y sensible, era producida por Pandereta y Lucia. Al final todos (Profesores, padres, niños, gente del pueblo), van a comprender que sin Pandereta y Lucia, la música no sonaría con armonía y alegría, devolviendo la felicidad a las flores, los ríos, los pajaritos y a todos los seres vivos de la naturaleza del pueblo: "Música del Corazón".
El viento reflexionando se dijo: “La música nace de la naturaleza, es un don muy bonito, todos somos parte de la naturaleza, si una parte se excluye, del “Todo“: una nota musical, un pajarito, un niño, cualquier ser creado por Dios, la música no sonará igual de bonita, ni angelical, porque le faltará una pieza tan importante como las otras .…”
Y así termina el cuento de esta humilde pero alegre Pandereta, sencilla y simple, pero plena de amor y alegría. ....